Cuidadores
- MJ TEA

- 22 mar 2022
- 2 Min. de lectura
Hoy fuí a una tienda a mi hora del almuerzo y caminando por los pasillos escuché "sonidos" muy familiares. Supe inmediatamente que eran, eran los sonidos que muchos chicos con autismo no verbal emiten cuando están contentos.
Empezé a mirar a mi alrededor y a caminar y lo ví, era un chico hermoso que estaba de compras con su mami. Ella lo cuidaba y dirigía mientras él felizmente recolectaba de los estantes lo que necesitaban comprar y lo ponía en el carrito de compras. Liam se llama, escuché a su mami llamarlo así. Lo ví oliendo sus jabones favoritos, le encantan los olores lindos como a Keira. Sus estereotipas muy parecidas a Keira.
Liam obedecía las indicaciones de su mami, lo ví usando su ipad para comunicarse y lo hacía muy bien. Antes de salir de la tienda me atreví a entablar conversación con su mami, a veces en este país la gente suele ser fría y no le gusta hablar con extraños pero Liam y su madre parecían amigables así que me acerqué y empezamos a hablar.
Ella estaba feliz de que me haya acercado, me dijo que no tiene familia en Estados Unidos y a veces se siente sola. Que le encantaría tener amistades con familias de niños con autismo. Liam sonreía, tiene una mirada pícara, ojos y pelo claros y una sonrisa bella como Keira.
Por unos minutos las dos madres de la misma tribu estabamos hablando el idioma que no cualquiera entiende, el idioma del autismo, y eso es como un bálsamo que emocionalmente resulta sanador.
Prometí contactarla para organizar una reunión. Conozco 2 o 3 familias mas y vamos a organizar una convivencia. Necesitamos mucho como comunidad formar nuestra tribu de soporte porque nadie fuera del autismo entiende ese dialecto que solo entre nosotros entendemos.
No merecemos estar solos, no estamos solos, solo es cuestión de abrir bien los ojos, encontrarnos y abrazarnos el alma.







Comentarios